Los Sofistas y Sócrates

Los Sofistas surgieron en la segunda mitad del siglo V a.C. en Atenas, asumiendo protagonismo y viviendo una profunda transformación política: de un régimen aristocrático hacia la democracia. Atenas era una polis de gran riqueza y desarrollo cultural. El pensamiento de la época se centró en el hombre, la ley y en la democracia.

Su apogeo se sitúa entre el 461 y 429 a.C., pero en este año muere Pericles comenzando la guerra contra Esparta, e inicia el proceso de decadencia de Atenas que culminó en el año 404 a.C. y Esparta acabó con la democracia.

En la época anterior (mitos) existían leyes no escritas que poseían carácter divino por lo que se suponían eternas e inmutables, pero ahora las Leyes son humanas, convencionales y sin valor absoluto. En la era de los Sofistas tanto la leyes como las instituciones e incluso la moral son producto de acuerdos humanos. En la época de los mitos las leyes tenían una base sobrenatural, con los presocráticos su fundamentación residía en la Naturaleza, pero con los Sofistas el fundamento de la ley está en la humanidad, en los hombres.

Los Sofistas se distinguieron por su retórica, dialéctica, oratoria, esto es, el arte de hablar bien con la finalidad de llegar a persuadir al contrario. No les importaba tanto la verdad cuanto el convencimiento del otro. El lenguaje se convirtió en un INSTRUMENTO DE MANIPULACION que servía para convencer al pueblo. El político necesitaba hablar bien para persuadir a sus oyentes, y de aquí la importancia del lenguaje y la retórica. Así se convirtieron en educadores, primeros profesionales del saber, que cobraban por sus clases y conferencias lo que fue muy criticado tanto por Sócrates como por Platón. El término "sofista" adquirió connotaciones realmente peyorativas, y Platón en su Diálogo EL SOFISTA los calificó de magos del lenguaje, a pesar de que Sofista (sophos) quiere decir “el que sabe” y los Sofistas querían convertir a los hombres en buenos ciudadanos, en seres virtuosos.

Atenas antes del pensamiento sofista: de la aristocracia a la democracia

Atenas en la actualidad

Políticamente, Grecia era un país dividido en varias ciudades (Polis) que luchaban entre sí por el poder, esas luchas dejaron como consecuencia una diferencia entre ricos y pobres que se hizo cada vez más evidente, reinaba la pobreza. Cleisthenes, hijo de un aristócrata, será el hombre que traiga la democracia a Grecia.

Cleisthenes, fue desterrado después que los espartanos dominaran Atenas. Mientras Clístenes estaba en el exilio, los Espartanos dominaron Atenas sumiendo al pueblo en más pobreza, los atenienses se revelan contra los espartanos y los fuerzan a rendirse (508a.C.). Este será el primer paso de Atenas hacia el imperio y la gloria. Una vez que el pueblo asumió el poder sobre sí mismos, entonces buscan a Clístenes, lo traen de su exilio y le piden que forme un gobierno.

Clístenes, no quiso declararse tirano y t raer nuevamente a Atenas la aristocracia, entonces, reúne al pueblo en la Acrópolis para decidir entre todos el futuro de la nueva Atenas.

Cleisthenes instituyó entonces, la ley del pueblo, un sistema de gobierno que ahora conocemos como democracia. Con este sistema, el pueblo ateniense decidiría sobre todos los asuntos de Atenas.

Los Sofistas

De entre estos ciudadanos que se reunían en el ágora para decidir sobre los asuntos de Atenas, nacerán los sofistas, que destacaron por la agudeza de sus discursos, precursores de la filología por ser excelentes oradores. A partir de este momento, los filósofos dejan los asuntos de los antiguos pensadores y surge entonces el filosofo profesional. Se dejan aun lado las leyes divinas, para crear la ley humana.

Periodos Sofistas

Primera Sofística

Coincide con la época de Pericles. En este periodo encontramos a personajes como Protágoras, Gorgias, Pródico, Hippias, entre otros. Para ellos la realidad era en gran medida mera apariencia y la naturaleza humana no tenía porqué poseer un carácter divino ni estar vinculada a los dioses, defendiendo la teoría que planteaba la igualdad entre los hombres. Promulgaban una compresión racional de las Leyes para actuar sin incongruencia.

La Segunda Sofística

Fue una época de derrota, posteriores a la Guerra del Peloponeso. Atenas pierde su fuerza y comienza a derrumbarse cultural, social y económicamente. Pasaba del esplendor a un gobierno que no era el suyo. Surgieron unos hombres desengañados que criticaron al mal Estado y a la ciudad tradicional. Éticamente eran más hedonistas que los anteriores buscando el placer individual. Seguían manteniendo aquella tesis que formulaba la igualdad entre el hombre libre y el esclavo. Fueron menos creadores y convencionales que los anteriores. Aquí tenemos a Calicles, Antifonte, Critias, Trasímaco, etc.

Características generales

La Physis de los filósofos jonios es abandonada, pues su naturalismo poseía muchas teorías sin producir un sistema único que fuera aceptado por todos, dando lugar a un cierto escepticismo promovido por los sofistas. La filosofía se dirige entonces hacia la reflexión sobre el hombre en el contexto social, y comienza en la Historia de la Filosofía una etapa antropológica, una indagación acerca del hombre como ser concreto (ética, moral, política, leyes, Estado).

La Physis de los filósofos jonios es abandonada, pues su naturalismo poseía muchas teorías sin producir un sistema único que fuera aceptado por todos, dando lugar a un cierto escepticismo promovido por los
sofistas.

La filosofía se dirige entonces hacia la reflexión sobre el hombre en el contexto social, y comienza en la Historia de la Filosofía una etapa antropológica, una indagación acerca del hombre como ser concreto (ética, moral, política, leyes, Estado).

El relativismo de los sofistas, se enfocaba en la premisa de que no existía la verdad absoluta, sólo la verdad individual que no tiene porqué coincidir con la de otros. Existen tantas verdades como seres racionales crean en ella.

La verdad depende de factores físicos, culturales y psicológicos, siendo Protágoras el máximo representante de esta teoría. Una cuestión que preocupó en gran medida a los Sofistas fue la contraposición entre lo que nos manda la Ley Natural (Physis) y a lo que nos obliga la Ley Social (Nomos). Aunque en líneas generales todos estaban de acuerdo en que la Ley limita a la Naturaleza.

Algunos Sofistas

Protágoras de Abdera

Fue el más ilustre de todos y el primero en ser calificado como sofista. Se lo conoce como amigo y consejero de Pericles, y por encargo de éste elaboró una Constitución que decretaba la obligatoriedad de la enseñanza para todos, fue también acusado de ateísmo y blasfemia. En su libro “Acerca de los Dioses” decía que no es posible saber si los dioses existen, ni cual es su forma y naturaleza, criticando los usos y ritos religiosos.

Tuvo que huir, al ser considerado peligroso y murió ahogado cuando iba a refugiarse a Sicilia. Uno de los principales puntos de su doctrina fue el defender un relativismo moral y cultural. Para Protágoras "el hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en tanto que son y de las que no son en tanto que no son". Lo que es, lo es para mi, la verdad es también relativa. No existe una verdad absoluta y cualquier opinión puede ser verdadera. Un hombre considera una cosa como buena mientras que para otro es mala. Este planteamiento fue muy criticado por Platón, quien siempre buscó la Verdad Absoluta y Universal.

Gorgias de Leontinos

Contemporáneo de Protágoras, fue muy hábil en retórica, siendo el escéptico más radical de todos, su doctrina constaba principalmente de tres tesis que planteaban lo siguiente:

  • Nada existe.
  • Si algo existiera, el hombre no lo conocería.
  • Si lo conociera no lo podría comunicar a los demás.

Por lo tanto, no se puede conocer la realidad, de aquí su escepticismo. Si para Protágoras todo es verdadero, aunque sea en un plano individual, para Gorgias todo es falso.

La palabra es un instrumento de manipulación, mediante la que se pueden provocar sentimientos y opiniones. Con ella es posible convencer y engañar. De ahí precisamente que la retórica, pues quien bien controla a las palabras puede llegar a dominar. Georgias murió a los 109 años.

Trasímaco

Fue más radical que Protágoras planteando que el NOMOS (ley social) responde al interés del más fuerte, de aquellas personas que poseen el poder. El hombre justo siempre saldrá perjudicado mientras que es el injusto quien se beneficia. La Ley pretende la igualdad del fuerte y el débil, pero realmente la hace quien ostenta el poder.

Para él la Naturaleza y la Ley son elementos distintos y con frecuencia contrapuestos. Pero hay cosas que son buenas o malas por naturaleza. Lo bueno es todo lo que favorece la vida, mientras que malo es lo que la perjudica. Había que aprender de los niños quienes lloran cuando están a disgusto y ríen cuando se sienten a gusto. También formuló que no deberían existir diferencias entre los hombres y decía “por nacimiento todos somos naturalmente iguales en todo, tanto griegos como bárbaros”.

Los sofistas y Sócrates

En Atenas, en época de los sofistas, también surge Sócrates, un filósofo que al mantener una línea filosófica ligada a sus antecesores, representa una oposición los sofistas. a época y Sócrates se centra en la educación para evitar que la filosofía perdiera su real sentido.

Desde el siglo ν comienza una fase nueva de la filosofía en Grecia. Este periodo se caracteriza esencialmente por la vuelta del hombre sobre sí mismo. A la preocupación por el mundo sucede la preocupación por el hombre. Ahora el hombre cae en la cuenta de que se ha de hacer cuestión de quién es él. En esto influyeron algunas razones extrínsecas a la filosofía. Tras el inicio de la democracia, aparece en primer plano la figura del hombre que habla bien, del ciudadano, y el interés. El ateniense se vuelve a la realidad política, civil y, por tanto, al hombre mismo.

Grecia cambia considerablemente de estilo, en el centro del pensamiento griego está la felicidad, en el sentido del desarrollo de la esencia de la persona. Y aparece como representación eminente de este tiempo el sofista.

La filosofía va a empezar a influir en la vida ateniense. La dimensión positiva de la sofística y su justificación histórica consiste en que significa (frente a una filosofía hecha desde el ente y que abandona las cosas, “eleatismo”), la exigencia' de filosofar desde las cosas y dar razón de ellas. Lo grave es que los sofistas proclamaron la inconsistencia de las cosas y abandonaron el punto de vista del ser y de la verdad, que habrían de recuperar Sócrates y Platón, los cuales tendrían que preguntarse por lo que las cosas son o, dicho con otras palabras, por la consistencia de las cosas.

Sócrates llena la segunda mitad del siglo ν y murió a los setenta años, en 399, al comenzar el siglo IV, que había de ser el de máxima plenitud filosófica en Grecia. Era hijo de un escultor y una comadrona, y decía que su arte era, como el de su madre, una mayéutica, un arte de hacer dar a luz en la verdad. Es Sócrates una de las personalidades más interesantes e inquietadoras de toda la historia griega; apasionó a sus contemporáneos, hasta el extremo de costarle la vida, y su papel en la de Grecia y en la filosofía no carece de misterio.

Sócrates fue el hombre del ágora, el hombre de la calle y de la plaza, que habla e inquieta a toda Atenas. Al principio Sócrates pareció un sofista más; solo más tarde se vio que no lo era, sino al contrario, que justamente había venido al mundo para superar la sofística y restablecer el sentido de la verdad en el pensamiento griego. Platón fue su discípulo más destacado.

Sócrates afirmaba la presencia junto a él de un demonio, cuya voz le aconsejaba en los momentos capitales de su vida. Este demonio nunca lo movía a actuar, sino que, en ocasiones, lo detenía y desviaba una acción. Era una inspiración íntima que se ha interpretado a veces como algo divino, como una voz de la Divinidad.

Un oráculo había dicho que nadie era más sabio que Sócrates; este, modestamente, pretende demostrar lo contrario; y para ello va a preguntar a sus conciudadanos, por las calles y plazas, qué son las cosas que él ignora; esta es la ironía socrática. El gobernante, el zapatero, el militar, la cortesana, el sofista, todos reciben las saetas de sus preguntas. ¿Qué es el valor, qué es la justicia, qué es la amistad, qué es la ciencia?. Resulta que no lo saben tampoco; ni siquiera tienen, como Sócrates, conciencia de su ignorancia, y a la postre resulta que el oráculo tiene razón.

Esto es superlativamente molesto para los interrogados, y ese malestar se va condensando en odio, que termina en una acusación contra Sócrates «por introducir nuevos dioses y corromper a la juventud»,
un proceso absurdo, tomado por Sócrates con serenidad e ironía, y una sentencia de muerte, aceptada serenamente por Sócrates, que bebe la cicuta en aguda conversación sobre la inmortalidad con sus
discípulos, sin querer faltar a las leyes injustas con la huida que le proponen y aseguran sus amigos.

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Alejandro Pacheco

Creativo y nómada digital desde 2019, encontré en internet la forma de ayudar a más personas con contenido útil y recursos educativos que puedan aportar a otras personas a hacer su día a día más fácil. Padres que necesiten ayuda o estudiantes que quieran reforzar sus conocimientos están en el lugar correcto

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