Dirección Administrativa
La dirección remite a toda actitud o toma de decisiones orientada a guiar a una cosa o persona hacia un fin específico. A lo largo de la historia este tipo de actividad ha resultado en diversas formas, formas que en ocasiones pudieron ser desgraciadas. Es por ello que debe hacerse una reflexión profunda en lo que respecta al hecho de tomar responsabilidad por alguna empresa particular o por algún grupo humano.
La dirección bien entendida es aquella que se comprende como un servicio, como la capacidad de brindar a los demás un tipo de orden para lograr un bien que trasciende a cada una de las personas involucradas, el denominado bien común.
El término dirección deriva de la expresión latina “ducere”, expresión que remite al hecho de arrastrar o guiar algo desde la delantera. Así, podemos ver que el término dirección está extremadamente ligado al concepto de liderazgo.
Hoy en día se generan muchas reflexiones en lo que motiva a una relación entre una persona y una masa de gente que se ve motivada por ésta a realizar acciones concretas. Lamentablemente, muchas de estas reflexiones se ocupan de aspectos superfluos, sin intentar comprender un aspecto fundamental que hace a cualquier tipo de dirección.
La dirección se fundamenta en el hecho de agregar valor al grupo. Esto significa proporcionar una interacción con todos los miembros de éste para llevar a cabo acciones conjuntas que garanticen una mejora en las condiciones que se tienen. El liderazgo podría entenderse como la movilización y la generación de incentivos para los demás miembros del grupo en lo que respecta a llevar a cabo estas acciones.
La dirección en el proceso administrativo es la fase más dinámica de todo el proceso, debido a la interactividad que existe entre las personas miembros de un equipo de trabajo y su gerente. Entender el concepto de la dirección en el proceso administrativo y sus funciones es fundamental para avanzar en las otras fases del proceso.
Para dirigir un conjunto de actividades se requiere que el gerente tenga capacidad de persuasión y la habilidad de liderar. Un líder además, debe tomar decisiones lógicas aunque también existirán algunas basadas en la intuición; por lo que su experiencia es fundamental.
¿En qué consiste la dirección del proceso administrativo?
Es la tercera fase del proceso administrativo. Va después de la organización y precede a la fase de control; en algunos casos es llamada la fase de ejecución simplemente.
Esta fase se lleva a cabo con la participación de un gerente quien es el encargado de motivar al equipo de trabajo, así como velar por la coordinación del mismo e instruir y ayudar a los miembros que lo necesiten. Sin embargo, sus funciones son aún más amplias.
A lo largo del tiempo, los tipos de liderazgo empresarial han ido evolucionando desde formas rígidas basadas en una dirección más estricta, hasta liderazgos en los que la empatía y el conocimiento humano han adquirido mayor relevancia. Función de la dirección
Función de la dirección en el proceso administrativo
Los objetivos de la dirección en el proceso administrativo pueden llegar a tener distintas finalidades, en función de la estrategia de la propia empresa y las herramientas de gestión empresarial de las que disponga.
¿Pero cuáles pueden llegar a ser sus funciones más importantes?
Las indicamos a continuación.
- Ejecutar los planes de acuerdo a lo establecido en las fases de planificación y organización.
- Dirigir las acciones del equipo de trabajo de acuerdo al plan establecido.
- Delegar actividades en otros facilitando los recursos que se necesiten y velando por la efectividad de su uso.
- Otra de las funciones es mantener a su equipo motivado en todo momento ya que existen circunstancias que puede hacer caer el dinamismo.
- Comunicar a sus miembros cualquier tipo de información en el momento oportuno y velar que se haga por los canales apropiados.
- Guiar la conducta y los esfuerzos de cada miembro del equipo de trabajo.
- Ayudar a cada miembro a descubrir su potencial y el lugar idóneo dentro de la organización.
- Mantener al equipo enfocado en las metas de la organización.
- Recordar a cada instante y poner en práctica la misión, la visión y los valores de la organización.
- Instaurar dentro de la filosofía de la organización la participación de todos los miembros que serán afectados por alguna decisión.
- Ser puente o interfaz entre el alto mando directivo y el personal operario en todo momento.
Con el paso de los años, las teorías de organización se han focalizado cada día más en centrar gran parte de su énfasis en la fase de dirección administrativa, una fase dinámica que depende mucho del avance de otras disciplinas humanísticas como la psicología, la sociología y la neurociencia.
Por ello, aunque antes todo lo relativo al liderazgo y la organización de la empresa se trataba como un aspecto inerte y objetivo, en la actualidad ha aumentado mucho más la conciencia de comprender este proceso desde la perspectiva de las personas y por tanto, de todos aquellos elementos que intervienen en su comportamiento.
Dirección estratégica
La relación entre la dirección estratégica y la dirección organizacional, los distintos conceptos de estrategia, la dirección estratégica y el proceso para su desarrollo general, igualmente, las barreras que se oponen a su aplicación, y otros aspectos fundamentales de interés.
En sentido general es preciso expresar que la estrategia puede tener distintos enfoques en dependencia de las necesidades y las condiciones concretas de cada organización, en gran cantidad de ocasiones están dirigidas al incremento de la productividad, en otras a la disminución de los costos, en algunos mercados también se dirigen hacia la demanda, en la cual debe establecerse una gran relación con los clientes, además de estos enfoques, en la práctica, se utilizan otros.
La Dirección Estratégica. Su evolución y estudio actual., sobre la base del esquema evolutivo de Ansoff y cito:
“Dirección por control. Es un sistema de dirección válido para entornos estables ya que centra su atención en el corto plazo y en los aspectos internos de eficiencia. Los resultados de la empresa dependen de una correcta asignación de recursos por lo que el control es una técnica básica en este tipo de dirección.
Dirección por extrapolación. En este sistema el entorno sigue siendo estable por lo que, es posible predecir el futuro a partir de la extrapolación de las situaciones pasadas. De este modo, se podrán fijar objetivos a largo plazo así como definir mediante la planificación el camino a recorrer para llegar a cumplir los objetivos.
Dirección por anticipación. Esta etapa de la evolución de los sistemas de dirección surge a medida que el entorno se hace cada vez menos estable por lo que no es posible la extrapolación de las tendencias futuras. En este momento empieza a adquirir todo su significado y validez el concepto de estrategia y la dirección estratégica de la empresa. Aunque el entorno es ya dinámico, no es todavía turbulento, por lo que la dirección empresarial trata de anticiparse a la evolución del mismo dando respuesta a sus amenazas y oportunidades a partir de las fortalezas y debilidades internas.
Dirección a través de respuestas flexibles y rápidas. La presencia de un entorno cada vez más turbulento con frecuencia no permite a la dirección empresarial ni siquiera una actitud de anticipación. Por ello, se hace necesario una actitud que permita detectar rápidamente los cambios del entorno y dar respuestas rápidas y flexibles a los retos planteados en cada momento”.
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