Filósofos griegos y sus aportaciones

Tales de Mileto: Biografía, Aportaciones

Tales de Mileto (623-540 a.C.) fue un filósofo y gran pensador griego que además incursionó en las matemáticas, la geometría, la astronomía y la física. Se le considera el primero de los filósofos de la historia. Entre las aportaciones de Tales de Mileto más importantes destacan el nacimiento de la filosofía como pensamiento racional o el principio de semejanza.

Es poco lo que se sabe a ciencia cierta sobre este filósofo de la Antigua Grecia. No se han encontrado escritos de su autoría y lo que se ha construido alrededor de su persona, lo hicieron otros autores que vivieron mucho tiempo después que él. Por lo tanto, su legado, si bien es muy importante, también es un poco incierto.

Tales nació en Mileto, en la costa occidental de Asia Menor, en lo que actualmente es la región de Anatolia en Turquía.

Mileto fue una colonia griega estratégicamente situada a medio camino entre dos de los focos culturales y económicos más importantes de la antigüedad (Persia y Egipto), lo que la convirtió en un relevante punto comercial y también de intercambio de conocimientos entre el recóndito oriente y el pujante occidente.

Es posible que Tales haya tenido ascendencia fenicia, teniendo en cuenta que en su época era muy activo el comercio entre jonios y fenicios. Se cree que Tales pudo haber viajado a Egipto para recibir las enseñanzas sobre geometría, astronomía y matemáticas por parte de los sacerdotes que allí habitaban.

Biografía y obra de Tales de Mileto

Existe una gran incertidumbre con relación al verdadero origen de Tales de Mileto. Hay quienes dicen que el filósofo tenía orígenes fenicios.

Sin embargo, también existen quienes defienden que el sabio era un ciudadano de Mileto sin dudarlo. Así mismo afirman que pertenecía al grupo de los de sangre noble, pero esto tampoco ha sido confirmado. En el ámbito personal, se dice que Tales de Mileto contrajo matrimonio en un momento de su vida y que engendró un heredero. Por otra parte, se dice que nunca tuvo hijos propios, pero adoptó a un hijo de su hermano.

A pesar de que esta información no haya sido confirmada en su totalidad, lo que sí se sabe con certeza es que el filósofo viajó a los países más cercanos a Mileto para intercambiar conocimientos y así ampliar sus visiones. Según Diógenes Laercio, Tales de Mileto fallece 543 a.C., mientras atendía a los juegos de gimnasia en las Olimpiadas.

Narraciones Aristotélicas

En una de sus tantas, Aristóteles -quien en la época también era reconocido por sus estudios y su gran capacidad de filosofar- describe a Tales de Mileto como el pionero en proponer un elemento en específico como elemento creativo de la materia.

En otras palabras, plantea la cuestión de la naturaleza última del mundo, concibiendo las cosas como formas cambiantes de un primer y único elemento: el agua. Dentro de los fundamentos que lo llevaron a sacar esta conclusión se encuentran los siguientes:

  • Todos los seres se presentan en uno de los tres estados del agua, ya sean en su estado sólido, líquido o gaseoso. Pudiendo convertirse el agua en vapor o en hielo y volver a su estado de liquidez.
  • En el universo todo es movimiento. El agua es activa, fluye, se eleva y cae.
  • Todos los seres vivos requieren de agua.
  • El semen que engendra la vida es líquido, como el agua.
  • Después de las lluvias, de la humedad parecen surgir ranas y gusanos.
  • En los deltas, la tierra parece brotar del agua.
  • Apenas se retiran las aguas del Nilo, todo reverdece.

Este planteamiento llevaría a Tales a ser uno de los filósofos de ese tiempo que trascendieron con su pensamiento, dejando de lado aquellas explicaciones basadas en la mitología que se caracterizaban en la época convirtiéndolas en teorías mucho más relacionadas con la razón humana.

Tales rechazó la heterogeneidad entre la causa y su efecto, es decir, si la realidad es de carácter físico, su causa también sería de carácter físico.

Como consecuencia de los intercambios de conocimiento que vivió, Tales marca la diferencia y da paso al nacimiento de la filosofía racional, como se menciona anteriormente. Este es uno de los aportes que sin duda ha hecho evidente su trascendencia.

A pesar de sus grandes aportaciones, filosofía y logros, Tales de Mileto no dejó evidencia escrita de su trabajo. Toda información que se conoce acerca de él está basada en las escrituras de Aristóteles, especialmente en su obra titulada Metafísica.

Discípulos

Entre sus discípulos se encontró Anaximandro, quien junto con Anaxímenes formaron la conocida Escuela Jónica/ Milesios. De este modo, Tales se convierte en el representante del grupo de los siete sabios de Grecia, gracias a sus desenvolturas en la práctica filosófica.

Aportes de Tales de Mileto en el campo filosófico y científico

Nacimiento de la filosofía como pensamiento científico y racional

Gracias a sus observaciones astronómicas, Tales pudo anticipar una gran cosecha de aceitunas que lo hizo muy rico, ya que pudo hacerse de una gran cantidad de prensas para hacer aceite. Con estas predicciones, el objetivo de Tales fue demostrar al pueblo griego los beneficiosos aspectos prácticos de la filosofía. Al medir sistemáticamente todo lo que le rodeaba, intentó desobedecer las costumbres y cuestionar las opiniones hegemónicas de la época, basadas principalmente en la mitología.

Surgimiento de la teología

Tales cuestiona la tradición teogónica, cosmogónica y olímpica de la época, provocando un gran salto de la teogonía -de carácter mitológico-, a la teología -de naturaleza racional- sin negar la divinidad, sino poniéndola en el debate crítico. Es en este momento cuando puede hablarse del nacimiento de la teología.

El agua como divinidad

Junto a Anaximandro y Anaxímenes, sus discípulos, Tales es considerado uno de los padres de la Escuela Jónica. También fueron conocidos como los “físicos”, ya que centraron sus estudios en determinar lo que era el “arché” o “arjé” (palabra acuñada mucho tiempo después por Aristóteles), o principio último, la naturaleza y origen de todas las cosas.

Buscaba algo que fuera universal y presente en todo. Este “arché” o “arjé” sería ni más ni menos que el agua, unidad indivisible. Fue considerado como principio elemental constituyente por ser límite, medio de transportación y por su capacidad de transformar su estado y forma; por ser fluida, capaz de ocupar intersticios, sutil y a la vez violenta; por cambiar, pero también sedimentar, permanecer y generar vida. Según Tales, entonces, todo fue agua en un principio. Es “lo divino”, entendido no como una identidad determinada o delimitada, sino más bien como una condición, un carácter, un “estar siendo”.

La divinidad como un todo

Se le atribuye a Tales el concepto de “Panta plere theon”, que significa “todo está lleno de lo divino”, en un término mucho más amplio que el actual (de un único dios). El concepto se podría explicar de esta forma: porque existe lo divino –entendido como algo inteligible, eterno y necesario- se puede entonces hablar de un todo. Para Tales, aquello que es principio, por el mismo hecho de ser primero, ya lo hace divino. Afirma entonces que todo es divino o que “todo está lleno de dioses”, pero no en el entendido de muchas entidades físicas, sino como un principio que acoge a la naturaleza entera y es parte de su dinámica vital.

Descubrimientos astronómicos

Ya se ha dicho que Tales le dio mucha importancia al estudio de los astros; investigó solsticios y equinoccios y predijo y explicó los eclipses del sol y de la luna. También, gracias a sus cálculos y observaciones, consideró a la luna 700 veces menor que el sol y calculó el número exacto de los días del año.

Aportaciones a la navegación

En esa época la astronomía era de esencial importancia para los navegantes, que se guiaban en sus travesías por la constelación de la Osa Mayor. Tales de Mileto atrajo la atención de los hombres de mar al sugerir seguir la Osa Menor que, por ser más pequeña, podría dar mayor precisión.

Concepto de semejanza

Gracias a la observación y los cálculos, Tales introdujo el principio de relación de semejanza entre objetos, explicado en su primer teorema. Esto permitió avances mucho más rápidos en las matemáticas y la geometría. Así, estableció criterios de semejanzas en triángulos, ángulos y lados que dieron lugar a sus teoremas.

Por la relación de semejanza entre los triángulos rectángulos, y mediante la observación de la longitud de las sombras producidas por el sol, Tales pudo calcular la altura de los objetos Su caso práctico más relevante fue el cálculo del tamaño de las pirámides de Egipto: midiendo con una vara en la hora del día en que la sombra se proyecta perpendicularmente a la base de la cara desde la cual medía, le sumó la mitad de la longitud de una de las caras, obteniendo de esta forma la longitud total.

Fundó las matemáticas y la geometría griegas

Por ser el primero en demostrar sus teorías mediante el razonamiento lógico, se le considera el primer matemático de la historia. Los Teorema de Tales son fundamentales en la geometría moderna. Los más importantes son:

  • Todos los triángulos con ángulos iguales son iguales y sus lados son proporcionales entre sí.
  • Si varias líneas rectas paralelas se intersectan con líneas transversales, los segmentos que resultan serán proporcionales.

El constante estudio, observación y deducción, permitió que Tales concluyera otros razonamientos, tan precisos que siguen siendo sólidos en nuestros días:

  • En un triángulo con dos lados iguales (isósceles), también serán iguales los ángulos de su base.
  • Un círculo es bisectado por algún diámetro.
  • Los ángulos entre dos líneas rectas que se cortan, son iguales.
  • Todo ángulo inscrito dentro de una semicircunferencia siempre será un ángulo recto.
  • Los triángulos que tienen dos ángulos y un lado igual, son iguales.

Las 13 Mejores Frases de Anaximandro

Te dejo las mejores frases de Anaximandro, filósofo de la antigua Grecia, discípulo de Tales de Mileto y maestro de Anaxímenes. Anaximandro (610-546 antes de cristo) era un filósofo griego pre-socrático que vivió en Mileto, una ciudad de Ionia (en la Turquía moderna). Pertenecía a la escuela milésiana y aprendió las enseñanzas de su maestro Tales de Mileto.

Sucedió a Tales y se convirtió en el segundo maestro de esa escuela, donde tuvo a Anaxímenes y posiblemente a Pitágoras entre sus alumnos. De acuerdo con los documentos históricos disponibles, Anaximandro es el primer filósofo conocido por haber dejado escritos sus estudios, aunque sólo queda un fragmento de su trabajo.

Fue uno de los primeros defensores de la ciencia y trató de observar y explicar diferentes aspectos del universo, con un interés particular en sus orígenes,. Alegó que la naturaleza está regida por leyes, al igual que las sociedades humanas, y cualquier cosa que perturbe el equilibrio de la naturaleza no durará mucho.

Como muchos pensadores de su tiempo, la filosofía de Anaximandro incluyó contribuciones a muchas disciplinas. En astronomía, trató de describir la mecánica de los cuerpos celestes en relación con la Tierra.

En la física, su postulación de que lo indefinido (o apeiron) era la fuente de todas las cosas, llevó a la filosofía griega a un nuevo nivel de abstracción conceptual. Su conocimiento de la geometría le permitió introducir el gnomon en Grecia.

Creó un mapa del mundo que contribuyó al avance de la geografía. También estuvo involucrado en la política de Mileto y fue enviado como líder a una de sus colonias. Su filosofía se puede resumir así (descrita por Aristóteles):

“Vemos, en definitiva, que Anaximandro afirma como primera causa de la realidad una causa material: lo indefinido, lo indeterminado, lo infinito, a partir de la que evoluciona todo lo real. En la medida en que se niega a identificar esta primera causa con un elemento material particular su pensamiento supondrá un avance con respecto a Tales, en cuanto significa un considerable esfuerzo de abstracción y coherencia racional.”

Entre sus logros, destacan:

  • Fue el primer griego conocido que se atrevió a publicar un tratado en prosa sobre la naturaleza.
  • Ideó el primer mapa del mundo.
  • Fue el primero en inventar un gnomon y lo colocó sobre los relojes de Sol en Lacedemonia.
  • Fue el primero en trazar el perímetro de la Tierra y el mar y construyó también una esfera celeste.
  • Se adelanto a las teorías actuales de la evolución, afirmando que la vida debió haber empezado en el agua y que el hombre es demasiado débil para haber subsistido en épocas más hostiles; por esto necesariamente debe provenir de animales parecidos a los peces, que tenían una mayor protección

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Sus frases más destacadas

  • Inmortal e indestructible, rodea todo y lo destruye todo.
  • El agua es el arché (principio) del universo.
  • Lo indefinido es divino, pues es inmortal e imperecedero.
  • Lo ilimitado no tiene principio pues, en tal caso, sería limitado.
  • La naturaleza es eterna y no envejece. 
  • La tierra es cilíndrica, tres veces tan ancha como su profundidad y solo la parte de arriba esta habitada. Pero esta tierra esta aislada en el espacio y el cielo es una esfera completa en cuyo centro se encuentra, sin apoyo, nuestro cilindro, la Tierra, se encuentra situada a la misma distancia de todos los puntos del cielo.
  • El principio originario de las cosas es el apeirón. Allí es donde surgen, es donde después perecen por razón de la necesidad.
  • Lo indefinido es ingenito e incorruptible, pues lo que comienza necesariamente tiene un fin y toda corrupción tiene un termino.
  • Las cosas se originan por la separación de los contrarios.
  • Todos los seres derivan de otros seres más antiguos por transformaciones sucesivas.
  • El principio y elemento de las cosas es lo indefinido.
  • Las cosas están llenas de Dioses. -Hay muchos mundos y muchos sistemas de Universos que existen todos al mismo tiempo, todos ellos perecederos

Biografía de Anaxímenes

Anaxímenes nació en el año 585 a.C. en la ciudad de Mileto, localizada en la península de Anatolia, en Asia menor. Fue un filósofo griego que vivió toda su vida en la ciudad de Mileto, antes de que ésta fuese destruida.

La mayoría de detalles relacionados con la vida de Anaxímenes son desconocidos hoy en día. No obstante, según el historiador Apolodoro de Atenas, Anaxímenes de Mileto vivió durante la época del asedio de Sardes y falleció aproximadamente en el año 524 a.C.

De Anaxímenes se conoce que fue discípulo de Anaximandro y que perteneció a la escuela Jónica o escuela de Mileto. El filósofo Teofrasto lo describiría en su obra no solo como el discípulo, sino también como el compañero de Anaximandro.

Se calcula que Anaxímenes era 22 años más joven que Anaximandro. También se sabe que, él fue el primer filosofo en plantear la importante teoría del arjé o arché, que afirma la existencia de un principio material original del cual se desprende la aparición de todas las cosas.

Para Anaxímenes, el arjé era el aire. Gracias a la teoría del arjé, Anaxímenes propuso conceptos físicos fundamentales, como los diferentes estados de la materia (rarefacción y condensación). Estos conceptos le permitieron explicar las modalidades de movimiento cuantitativo y cualitativo que daban origen a todos los cambios de la naturaleza.

Para Anaxímenes, la condensación del aire permite la formación de nubes, las cuales dan origen al agua. A su vez, el agua construye el hielo, las piedras y la tierra. Por otro lado, el calentamiento del aire da origen al fuego.

Anaxímenes fue el primer filósofo en entender al mundo como un ser vivo con un alma propia, análoga al alma de los hombres. De esta manera, cuando los hombres morían su alma se unía a la del universo. Sus conocimientos en meteorología, astronomía y filosofía le llevaron a plantear que la Tierra era plana y flotaba en el aire.

Este planteamiento fue considerado como un paso atrás, comparado con aquellos hechos por otros filósofos griegos. Por otro lado, gracias a sus conocimientos en física también planteó que los astros no se movían bajo la Tierra, sino alrededor de ella. Su afán por defender su teoría sobre el origen de la materia, lo llevó a discrepar de los primeros principios planteados por Tales de Mileto y Anaximandro.

Se cree que el planteamiento de su teoría del aire como primer principio de la vida partió de sus observaciones de la naturaleza y de la importancia del fenómeno de la respiración para la vida. Gracias a los relatos del historiador griego Diógenes Laercio, se conoce que Anaxímenes escribió múltiples obras. Lamentablemente, en la actualidad no se cuenta con registro de la mayoría de ellas. No obstante, a Anaxímenes se le atribuye la autoría de la obra Sobre la Naturaleza o Periphyseos.

Diógenes cuenta que este libro fue redactado en dialecto jónico, con un estilo sencillo y carente de excesos. La importancia histórica de Anaxímenes no se centra en su cosmología tanto como en su afán por develar la naturaleza de la realidad.

7 Aportaciones de Anaxímenes a la Filosofía

Las aportaciones de Anaxímenes tuvieron una gran importancia en la generación de filósofos naturalistas de la Grecia Antigua y algunas de sus ideas se debatieron durante siglos. Anaxímenes de Mileto fue un filósofo griego que vivió entre los años 585 y 528 a.C. Es considerado parte de los grupos de filósofos considerados presocráticos, cuyos pensamientos se centraban en los fenómenos de la naturaleza más que en el ser.

Anaxímenes de Mileto junto a Anaximandro, del cual fue considerado su alumno, Anaxímenes se encontraba entre los naturalistas; filósofos que indagaban en los esquemas de los procesos naturales, astronómicos y científicos.

El trabajo que los naturalistas y los pitagóricos desarrollaron en la Grecia Antigua dio paso a las reflexiones que llevarían a la filosofía a otro escenario reflexivo con Sócrates y Platón. Como miembro de la Escuela Milesia, el pensamiento de Anaxímenes se nutrió que de aquel propuesto previamente por Tales de Mileto y Anaximandro. Anaxímenes fue considerado el más joven de los tres, cuyas reflexiones llegaron a su punto más alto al morir aquellos.

El legado de Anaxímenes consiste no solo en observaciones filosóficas acerca de la naturaleza, sino también en postulados firmes en áreas como la astronomía, la meteorología y las ciencias en general.

Metafísica de la naturaleza

Anaxímenes no centró su pensamiento en la introspección del hombre ni su lugar en el mundo, sino en las cualidades originarias de los elementos naturales que le rodeaban y el mundo que habitaba. A pesar de estas consideraciones, partía desde una posición materialista, en el sentido que, un elemento reconocible era el responsable de formar el resto de los cuerpos. A partir de esta posición, Anaxímenes reflexionaba sobre la importancia o los mecanismos que ciertos fenómenos de la naturaleza tenían para sí mismos, la tierra y el ser humano.

Una explicación material del mundo

Anaxímenes fue uno de los primeros en buscar explicar los mecanismos del mundo dejando de lado las concepciones sobrenaturales. Junto con otros, logró discernir que todo lo existente tiene un origen material. Anaxímenes era considerado un practicante del monismo material; corriente de pensamiento presocrática que comenzó a ser explorada por la escuela milesia. A pesar de emprender el camino hacia el conocimiento empírico y dejar de lado la superstición, se ha conocido que los postulados de Anaxímenes, aunque ambiciosos y hasta lógicos, poseen algo de ensoñación en sus contenidos, siendo considerados como más aterrizados aquellos de su compañero Anaximandro.

El aire como elemento esencial

Para Anaxímenes, el material o elemento que daba origen a todos los demás era el aire. Esta posición lo enfrenta a Tales y Anaximandro, que habían considerado otros elementos como los originarios. Con el aire, Anaxímenes buscó demostrar la capacidad de este para generar otros elementos (agua, tierra, fuego) a partir de procesos físicos como la condensación y rarefacción. El carácter originario del aire para Anaxímenes no era solo natural o físico, sino que estaba estrechamente relacionado con la mente del individuo. Con el aire como causa material, como principio del mundo, el hombre también se consideraría originado por este; considerando que el alma humana era aire capaz de mantener unido el cuerpo.

Transformación elemental y origen del mundo

Anaxímenes consideraba que el aire, como elemento primordial, mantenía posicionada a la Tierra, considerada plana en ese momento. Mediante los procesos de condensación, el aire formaba los cuerpos celestiales como nubes; estas, el agua, y una combinación de todo formaba la tierra. El proceso contrario, la rarefacción, permitía originar el fuego a partir del mismo aire. El filósofo griego, a pesar de sus fundamentos naturalistas, buscaba imprimirle un carácter espiritual al aire como elemento originario, y a su importancia no solo en la vida del hombre, sino en la integridad de su alma.

Sobre la Naturaleza

La obra de Anaxímenes se resume a un libro divulgativo perdido hoy en día. “Sobre la Naturaleza” fue un tratado que sobrevivió hasta las primeras etapas de crítica literaria clásica y medieval. Esta obra de Anaxímenes permitió abrir el umbral hacia el abordaje científico y matemático de la naturaleza sin recurrir a suposiciones sobrenaturales. Anaxímenes desarrolló en su obra los primeros estudios sobre las etapas del día a partir de las sombras que se proyectaban en el entorno. Su prosa y postulados fueron comparados con aquellos de Anaximandro en el momento. Se considera que la posición de Anaxímenes tuvo mayor influencia en filósofos y científicos posteriores.

Unificación causal

Los miembros de la Escuela Milesia acostumbraron a tener una percepción general sobre los elementos y fenómenos que estudiaban. Anaxímenes no abordaba sus angustias naturales como casos aislados, sino que buscaba un carácter unificador en los distintos comportamientos o manifestaciones naturales que lo inquietaban. Esto permitió reducir las atribuciones divinas que se le daban a ciertos fenómenos naturales para entonces, y Anaxímenes se permitió integrarlos a su posición unificadora a través del aire como elemento responsable, incluso, de formar los cuerpos extraterrestres conocidos para entonces, como el Sol.

Un escalón hacia el pensamiento posterior

Se afirma que Anaxímenes sentó las bases para la continuidad del pensamiento naturalista y matemático que luego profundizarían los Pitagóricos y Atomistas, así como las primeras reflexiones metafísicas sobre el ser que luego serían abordadas por Sócrates y los filósofos posteriores. Aunque se debate si el mayor legado de la Escuela de Milesia fue tomado de la obra de Anaxímenes o Anaximandro, en los trabajos de Pitágoras se ha visto una clara influencia reflexiva del trabajo de primero, aunque también se apoye en ciertos postulados objetivos de Anaximandro.

La filosofía de Anaxímenes fue tomada como base por otros filósofos como Anaxágoras y Diógenes de Apolonia, los cuales adoptaron muchas de sus posiciones, y mantuvieron la importancia del aire como elemento esencial del mundo físico. El pensamiento de Anaxímenes se considera el punto culminante iniciado por Tales y continuado por Anaxágoras. Anaxímenes cierra entonces el ciclo de conocimientos impuesto por la Escuela de Milesia, de manera tal que sus principios naturales, físicos y espirituales son tomados como la referencia de esta corriente filosófica, también por la facilidad prosaica de su legado.

9 aportaciones de Pitágoras más importantes a la Ciencia

Las aportaciones de Pitágoras que podemos rescatar a lo largo de la historia son incontables. Su filosofía y descubrimientos todavía resuenan en la actualidad gracias a sus discípulos, los cuales lograron convertir al sabio en mito. 

Pitágoras de Samos (570 a.C. – 490 a.C.) nació en una isla en la región de la Jonia griega, territorio que pertenece a la actual Turquía. Fue el más influyente pensador de los llamados presocráticos y es considerado el primer matemático puro.

Contribuyó significativamente en el desarrollo de los principios matemáticos de su época, de la aritmética, la geometría, la cosmología y la teoría musical. Por ello, es considerado uno de los matemáticos más importantes de la historia.

Desde muy joven recibió las enseñanzas de Tales de Mileto y su pupilo, Anaximandro. Siguiendo el consejo de sus maestros, emprende numerosos viajes que lo hacen recorrer el norte de África y oriente. Finalmente, se establece en la ciudad de Crotona, al sur de Italia, donde empezará a transmitir su conocimiento con la fundación de la sociedad pitagórica.

La doctrina de Pitágoras es una combinación de mística y matemáticas. Los pitagóricos se interesaban a partes iguales por la religión y la ciencia que eran indivisibles y formaban parte del mismo estilo de vida. Se preocuparon por desentrañar los misterios del universo y el destino del alma al mismo tiempo.

Cabe destacar que no se ha conservado ningún texto original de Pitágoras. Todo lo que sabemos de él proviene de fuentes de segunda mano y a veces contradictorias entre sí. Además, los miembros de la sociedad que fundó, profesando una infinita admiración hacia su maestro, se dieron a la tarea de atribuirle todos los descubrimientos que se conseguían, como si se tratara de un gran ente colectivo.

La Escuela pitagórica

Quizá la mayor aportación de los discípulos de Pitágoras sea convertirlo en un personaje mítico. La Escuela Pitagórica elevó la figura de su fundador a la categoría de leyenda, debido a que era poseedor de una sabiduría inagotable. Dentro de la Escuela el conocimiento era una propiedad común y no existían autores individuales, lo cual permitió que la posteridad le heredara todos esos avances al maestro. 

Igualdad de género

Aunque existen algunas polémicas sobre el rol de la mujer en la Escuela pitagórica, es innegable que es sexo femenino tuvo una representación importante. Se afirma que por lo menos una treintena de mujeres formaban parte como estudiantes y maestras, destacando Aesara de Lucania y a Téano de Crotona (esposa de Pitágoras). Si bien no podían practicar la política (solo se les permitía participar en las actividades matemáticas y filosóficas) las puertas de las Escuela estuvieron abiertas a cualquier género. La filosofía de Pitágoras era dualista y veía a la mujer como complemento indivisible de lo masculino. 

La dieta pitagórica

Uno de las metas más significativas de la doctrina pitagórica era el alcance de la pureza. Para este fin, profesaban una vida ascética que se caracterizaba por no tener posesiones personales y un vegetarianismo estricto donde estaba terminantemente prohibido la ingesta de carne. Los pitagóricos creían en la transmigración de las almas o reencarnación y no toleraban el daño a ningún ser viviente. Como dato curioso, otro de los preceptos de la dieta pitagórica que no se ha podido descifrar satisfactoriamente es el vehemente rechazo de Pitágoras a cualquier tipo de frijoles. 

La copa de Pitágoras 

Cuenta la leyenda que Pitágoras creó una copa que promovía la equidad y castigaba la avaricia. No es otra cosa un recipiente que se vacía completo si se intenta llenar más allá de cierto nivel que tiene marcado. El dispositivo lleva por nombre copa justa o copa de Pitágoras y en Samos, su isla natal, se puede comprar en cualquier tienda de recuerdos. El ingenioso mecanismo del recipiente consiste en un cilindro hueco en el centro de la copa que, gracias al principio que enunciaría Pascal siglos después, genera un efecto de sifón que vacía el contenido. Si bien no podemos verificar la fidelidad de la historia, nos sirve para ejemplificar la idea pitagórica de que las matemáticas están en todos lados, hasta en los objetos cotidianos. 

Escala musical 

Otra historia con objetos cotidianos, sitúa al matemático pasando por una herrería. Entre el ruido de los golpes el metal logró percibir cierta consonancia. Al entrar al local e investigar el origen de los sonidos, descubrió que el peso de los martillos eran intervalos proporcionales y que la relación de esos intervalo entre sí eran los que generaban la disonancia o la consonancia. Esa observación definirá los siete tonos básicos de la escala diatónica que se usa en la música de la actualidad. Otra historia le atribuye la construcción de un monocordio, instrumento de cuerda que consigue los mismos tonos fundamentales variando la longitud de la única cuerda. 

Esfericidad de la tierra

Para los pitagóricos, la música trascendía cualquier ámbito, como cualquier principio matemático. Por esta razón, pensaron que los intervalos regulares, también regían a la mecánica celeste. Surge entonces la teoría de la música o armonía de las esferas, dónde cada uno de los cuerpos celestes se mueve en la frecuencia de cada nota musical. Este razonamiento los hizo afirmar que la tierra también tenía forma esférica, quizá con más inclinación poética que científica para equiparla a las demás esferas planetarias. 

Los números y las cosas

Uno de los mayores aportes de Pitágoras al pensamiento occidental fue la sistematización de las ideas abstractas. Los pitagóricos son los primeros en considerar los números como cosas en sí mismas y que forman todas las demás cosas del universo. Ese protagonismo numérico significó el impulso inicial para explicar el mundo desde fenómenos constantes y demostrables dónde no se resolvían problemas sino que se buscaban principios. 

Números irracionales, números perfectos, números amigos

Gracias a esa preminencia del número sobre todo lo demás, los pitagóricos lograron observar las relaciones entre los números y sus constantes. Descubren así los números irracionales, que surgen ante la incapacidad de expresar valores en fracciones de números enteros. Encontraran particularidades entre dos números y sus divisores pares y los harán “amigos”. Por ejemplo, los divisores de 220 (1, 2, 4, 5, 10, 11, 20, 22, 44, 55 y 110) suman 284; los divisores de 284 (1, 2, 4, 71 y 142) suman 220. También notarán que hay números que son amigos de sí mismos. Esos los llamaran números perfectos. Así 6 es un número perfecto porque sus divisores 1, 2 y 3 suman 6. Uno de los símbolos de la escuela pitagórica es el pentagrama, la estrella de 5 puntas. Esta figura guarda una estrecha relación con el llamado número áureo, que es un número irracional cuya proporción tiene carácter estético.

Teorema de Pitágoras 

La aportación más famosa que ha legado Pitágoras es su famoso teorema para el cálculo de los cuadrados de los lados de un triángulo rectángulo. La principal importancia de este teorema radica en que permite encontrar un valor desconocido si conocemos los otros dos. Esta característica le permite utilizarse en varias disciplinas y tener diferentes usos.

De él se desprenden una serie de principios que lo complementan, como la relación de los ángulos internos de un triángulo. Además, es una de las proposiciones matemáticas que tiene más comprobaciones a través de muchos métodos. En 1942, el profesor Albert E. Bosman creó un plano fractal utilizando la figura del famoso teorema que inserta a Pitágoras en las teorías matemáticas más modernas.

Las 5 Aportaciones de Parménides a la Filosofía

Las aportaciones de Parménides a la filosofía son ampliamente reconocidas. Es por ello que su nombre ha perdurado en la historia durante casi 2500 años. Por sus aportes, Parménides es uno de los filósofos presocráticos más conocidos.

Parménides hizo parte de la escuela Eleática, la cual negaba el movimiento y justificaba la unidad del ser. Busto de Parménides, filósofo griego Gran parte del pensamiento de Parménides que se conoce hoy en día ha sido conservada a través de la obra de otros filósofos griegos como Platón y Aristóteles. Esto incluye su única obra titulada “Sobre la Naturaleza”.

La filosofía de Parménides sobre el ser y la naturaleza ha permeado muchas obras posteriores a su época. Algunas de estas obras han tratado de soportar las ideas de Parménides mientras que otras las refutan. Entre ellas se cuentan obras filosóficas como la de  Martin Heidegger e incluso obras literarias como la de Shakespeare.

Desarrollo de la escuela eleática

Entre sus aportes estuvo el desarrollo de la escuela eleática. Allí, Parménides se involucró en una actividad filosófica que pretendía dar razones que explicaran la forma en que se catalogaba al ser desde las ideas de esta escuela. Mientras algunos autores afirman que Parménides fue el fundador de la escuela Eleática, otros sostienen que fue Jenófanes el verdadero fundador. Sin embargo, hay concenso en que Parménides es el filósofo más representativo de dicha escuela.

Sobre la Naturaleza

La única obra conocida de Parménides fue su poema filosófico titulado “Sobre la Naturaleza”. En este poema, Parménides trata diversos temas como el ser, la verdad, el origen de los dioses y la naturaleza misma. La mayor novedad del poema fue la metodología de su argumentación, la cual Parménides desarrolló con rigor. En su argumentación Parménides realizó una discusión de principios que sientan axiomas específicos y persiguen sus implicaciones.

Discusiones filosóficas

Entre las aportaciones de Parménides, puede contarse sus críticas a Heráclito. Heráclito expresaba los principios de transformación e ilustraba que no existía un ser inmóvil que permaneciera siendo el mismo. Según Parménides, Heráclito hacía todo imposible cuando hablaba de que todo fluía y nada permanecía. Esta discusión entre presocráticos ha sido uno de los pilares del desarrollo de la filosofía y muchos autores aún trabajan sobre estas ideas.

Aportes al materialismo

Parménides en su obra desarrolla ideas cercanas al materialismo y que han propiciado el desarrollo de esta corriente del pensamiento. Las consideraciones de Parménides sobre el movimiento y la permanencia del ser son catalogadas por algunos como ideas del materialismo. Esto basado en que dichas ideas niegan un mundo ilusorio de cambio y movimiento y se centran en lo material, existente e inamovible.

Influencia sobre la filosofía de la negación

Algunos filósofos han basado su trabajo en lo que consideran como la negación del mundo sensible por parte de Parménides. Dicha consideración ha llevado al desarrollo de la filosofía idealista. Esto a pesar de que dicha negación no se encuentra expresada literalmente en la obra de Parménides. Diversas interpretaciones de la forma en que escribió su poema “Sobre la naturaleza”, aseguran que Parménides no solo negaba la existencia del vacío como un vacío físico, sino que negaba la existencia del mundo sensible como tal

Heráclito

Heráclito fue un gran filósofo griego que vivió a finales del siglo VI a. C., Heráclito critica a sus predecesores y contemporáneos y afirmó la existencia de una palabra de carácter eterno, logos, palabra que de acuerdo con sus conocimientos significada que todas las cosas son una, en cierto sentido. Creía que los opuestos son necesarios para la vida diaria, pero que éstos se encontraban unificados en un sistema de intercambios equilibrados.

Para él, el mundo en sí consistía en un intercambio de elementos similar a la ley, el cual era simbolizado por el fuego, razón por la cual el mundo no debía de identificarse con ninguna sustancia en particular, sino más bien con un proceso continuo gobernado por una ley de cambio.

Esta ley tenía leyes subyacentes de la naturaleza que se manifestaban como una ley moral para los seres humanos. Heráclito fue el primer filósofo occidental que logró ir más allá de la teoría física en busca de fundamentos metafísicos y aplicaciones morales.

  • Cuándo nació: 540 a. C.
  • Dónde nació: Éfeso, Turquía
  • Cuándo murió: 480 a. C.
  • Dónde murio: Éfeso, Turquía

¿Quién fue Heráclito?

Filósofo griego orientado hacia la búsqueda de un principio constitutivo común de pluralidad en los seres que habitaban en la naturaleza y fundamentó su teoría en que los opuestos eran necesarios para la vida y que estaban unidos en un sistema de intercambio.

Biografía de Heráclito

Heráclito vivió en la ciudad de Éfeso, lugar importante en la costa jónica de Asia Menor, considerado como la cuna de la filosofía. Aparentemente procedía de una familia de la aristocracia, aunque o se sabe mucho de su vida más que lo que se puede deducir de sus propias declaraciones, ya que todas las antiguas biografías de él consisten en nada más que inferencias o construcciones imaginarias basadas en sus dichos. Usaba el apodo de “el oscuro” debido a su carácter enigmático de su estilo. Estuvo en contra de la democracia de Atenas y formó parte de un grupo simpatizante con el rey persa Darío I el Grande.

Pensamiento de Heráclito

Heráclito pensaba que la gran mayoría de los seres humanos carecía de entendimiento. Para él, la mayoría de las personas camina por la vida sin siquiera comprender qué estaba pasando con ellas o con sus vidas. Sin embargo, también creía que la experiencia de las palabras y los hechos era capaz de iluminar a aquellos que eran receptivos a su significado.

Por un lado, elogiaba la experiencia sensible, prefería las cosas de hubiese visto, escuchado o experimentado y por otro lado consideraba que los ojos eran los malos testigos de los hombres si éstos tenían almas bárbaras. Un bárbaro es aquel que no habla el idioma griego. Por lo tanto, creía que, aunque la experiencia sensorial era necesaria para la comprensión, si no se conocía el idioma correcto, no había manera de poder interpretar la información que proporcionan los sentidos.

También consideraba que el fuego tenía un papel constituyente a las cosas y era la causa de todos los cambios que ocurrían en la naturaleza.

Aportaciones

Sus aportes a la filosofía y la ciencia crearon un precedente al pensamiento filosófico de Grecia, mejor conocido como el pensamiento socrático. Algunos de sus aportes fueron:

  • Consideró el fuego como un elemento primordial, como esencia y origen de todo lo que existía. Consideraba que el fuego nunca se extinguía y que iba al compás de la naturaleza.
  • Dijo que todos los fenómenos que ocurren en la naturaleza están en constante movimiento y cambio. Nada es inerte ni dura por siempre. El movimiento y el cambio permiten el equilibrio del universo.
  • Creyó que los fenómenos de la naturaleza y el hombre eran resultado del estar opuesto a la realidad. Para él, no se podía experimentar un estado si no había experimentado con anterioridad.
  • Fundó el principio de la causalidad diciendo que todo lo que existe tienen una causa y que nada podía ser causa de sí mismo.
  • Consideró que el logos siempre estaba presente pero que podía llegar a ser incomprensible para los hombres.

Fragmentos

Algunos de sus fragmentos son:

  • Fragmento 2: Siendo esta razón eternamente verdadera, nacen los hombres incapaces de comprenderla antes de oírla y después de haberla oído. Pues sucediendo todo según esta razón, se asemejan a los carentes de experiencia, al hacer la experiencia de palabras y obras tales cuales yo voy desarrollándolas, analizando cada cosa según su naturaleza y explicando cómo es en realidad. Pero a los demás hombres se les esconde cuanto hacen despiertos, como olvidan cuanto hacen dormidos.
  • Fragmento 13: De cuanto hay vista, oído, ciencia, aquello honro yo, ante todo.
  • Fragmento 20: Este mundo, el mismo para todos, no lo hizo ninguno de los dioses ni de los hombres, sino que ha sido eternamente y es y será un fuego eternamente viviente, que se enciende según medidas y se apaga según medidas.

Arjé de Heráclito

Para Heráclito el arjé es el fuego, el cual es una sustancia generadora del principio de las cosas, del cosmos. El universo era un fuego eterno que se encendía y apagaba por medio del logo, con el cual podía darse el orden y la armonía del cosmos, y de leyes que determinaban la unidad y la lucha.

Obras de Heráclito

Aparentemente Heráclito únicamente pudo escribir un libro titulado “De la Naturaleza”, del cual existen tres subdivisiones:

  • Sobre el Universo
  • La política
  • La teología

Frases

  • El sol es nuevo cada día.
  • No puedes pisar dos veces el mismo río, porque no es el mismo río y él no es el mismo hombre.
  • Nada resiste excepto el cambio.
  • Ojos y oídos son malos testigos para las personas si tienen almas incultas.
  • La abundancia de conocimiento no enseña a los hombres a ser sabios.
  • Todos tienen la posibilidad de ser sabios, pero sus contemporáneos viven como adormecidos.
  • Dios es día y noche, invierno y verano, guerra y paz, saciedad y hambre.

3 Importantes Aportaciones de Empédocles a la Filosofía

Las aportaciones de Empédocles de Agrigento más destacadas son la idea de los cuatro elementos que forman al ser humano, el ciclo cósmico y una teoría sobre el origen de los seres vivos.

Empédocles de Agrigento nació en Sicilia, aproximadamente en el año 492 a. C. Fue un filósofo, poeta, político y médico griego, célebre por sus postulados que fluían entre la racionalidad y el misticismo. Llegó a tener fama de mago, sanador y revelador de verdades. Nacido de una familia influyente, logró obtener altos grados de educación en diversas áreas, siendo prolífico en la filosofía, el estudio de la naturaleza y el quehacer político.

A lo largo de su vida, ocupó diferentes cargos públicos y viajó para esparcir sus ideas. Logró derrocar la oligarquía que imperaba en su natal Agrigento y buscó reestablecer la democracia. La cualidad principal de sus aportes filosóficos es su forma de ser escritos cual versos y poemas, lo que establece aún más el misticismo que le rodeó siempre.

A él se le atribuyen muchas ideas tempranas sobre la dualidad razón-sentido, el eclecticismo, la selección natural y la lucha por la democracia.

La naturaleza dual del Ser y los cuatro elementos

Fue quizás uno de los más multifacéticos filósofos de la antigua Grecia. Nietzsche incluso se refirió sobre él como “el personaje más colorido de esta etapa”.

A diferencia de otros pensadores, Empédocles es único en su característica dual. Es decir, mientras que algunos filósofos desarrollaban ideas totalmente místicas–espirituales y otros se enfocaban en la descripción de la realidad y la razón, Empédocles retomó con seguridad ambos caminos en su pensamiento.

Por estas razones, a Empédocles se le reconoce como un ecléctico. El eclecticismo o pensamiento ecléctico es aquél que no toma posturas extremas, sino que trata de conciliar y unir las diferentes vertientes, valores o ideas presentadas.

En esta posición, Empédocles retoma los estatutos e ideas de sus antepasados, como fue el caso de Tales de Mileto, Anaxímenes, Heráclito y Jenófanes; ellos propusieron la existencia de diferentes elementos: fuego, agua, aire y tierra.

Empédocles propone, retomándolos, que el Ser en su totalidad se compone de estos cuatro elementos en conjunto. Como se nota en la flexibilidad de sus ideas, argumenta que el Ser es unidad y dualidad. Antes que él, el filósofo Parménides habló sobre el Ser, y de cómo nada puede emerger de la nada, pero a la vez, todo lo que existe no puede simplemente desaparecer.

Empédocles está de acuerdo con esta tesis, sin embargo, se muestra reacio ante esta idea rígida del Ser como un “es o no es”. Para el filósofo, todo Ser tiene una doble faceta, todo Ser es transitorio.

Sobre el nacimiento y la muerte, Empédocles retoma la idea de los cuatro elementos y propone que estos nunca se convierten o cambian su forma, sino que entran en armonía con el resto de los elementos creando así la vida de las cosas.

Según él, la vida entonces comienza con la interacción de estos elementos. Cuando estos se reacomodan, el Ser crece y se desarrolla. De esa misma manera, la muerte ocurre cuando los elementos vitales se separan y vuelven a retomar su camino.

El amor y la discordia: ciclo cósmico

Para el filósofo, existen dos fuerzas principales que rigen el cosmos: el amor y la discordia. La unión o separación de los elementos depende de la lucha de estas dos fuerzas: cuando hay amor, los elementos entran en armonía y se unen; la discordia, en cambio, causa separación y diferencia. Estas fuerzas que rigen el cosmos, se encontraban inicialmente separadas.

El planeta era una esfera donde sólo habitaba el amor y la discordia se encontraba en las partes más recónditas. Con estas raíces, el cosmos se encontraba en su estado más divino y puro, sin embargo, esta esfera que sólo contenía amor era inmóvil e inactiva. Fue hasta  que la discordia comenzó a tener influencia en los elementos de la esfera que se creó la vida y el cosmos ahora se componía de cosas diferentes. Entre más había discordia, más se separaban los elementos, y al llegar a su separación máxima se crearon cuerpos exclusivos de un solo elemento, como los océanos, el cielo y las montañas.

En cambio, entre más amor, más comunión había entre los elementos y las creaturas como el el humano y los animales cobraban vida. Empédocles se refiere a esto como el ciclo cósmico y asegura que en él se encuentran cuatro etapas:

  1. La esfera llena de amor, la discordia alejada en lo recóndito
  2. La discordia se aproxima a la esfera
  3. La esfera llena de discordia, el amor alejado en lo recóndito
  4. El amor se aproxima a la esfera

En su época, Empédocles decía que la humanidad se encontraba en la segunda etapa, donde la discordia, cada vez más cerca de la tierra, se notaba en los oscuros sucesos que afligían a la humanidad; en el pasado, en la primera etapa, la humanidad vivía en armonía con la vida. Este, según dice, es un ciclo que se repite por toda la eternidad.

El origen de los seres vivos

Teniendo una idea de la composición de las cosas, el filósofo dedicaba su tiempo a la observación de la naturaleza, las plantas, los animales y el ser humano. Llegó incluso a proponer una muy temprana concepción de la selección natural y la evolución estableciendo que los seres vivos con elementos en armonía serían aquellos que avanzaran más en la vida.

Según él, el balance es necesario, por lo que un humano con patas de cordero –por ejemplo– estaba destinado a desaparecer. Además, estableció que el pensamiento se genera en el corazón, y esta propuesta fue aceptada por mucho tiempo en la medicina. Finalmente, Empédocles hablaba de estos ciclos por los que pasaban los seres vivos, indicando que cada uno de nosotros tiene que atravesar por 10,000 “reencarnaciones” para volver a nuestro estado puro y ascender con los dioses. Incluso pregonaba de sí mismo haber sido varón, hembra, pájaro y pez en el mar anteriormente.

Hay varias historias sobre su muerte, sin embargo, la más popular narra que al estar convencido de su pureza, haber sido sometido a expiación y haber vivido ya los ciclos necesarios se arrojó al volcán Etna. Empédocles sostenía que tras su muerte, sería ungido como un dios, cementando así la imagen mística y espiritual del filósofo.

7 Aportaciones de Demócrito a Filosofía y Ciencia

Algunas de las principales aportaciones de Demócrito a la filosofía y la ciencia son el atomismo, la antropología e importantes conocimientos de astronomía.

Demócrito de Abdera (c. 460 a. C. – 370 a. C.) fue un filósofo griego, también conocido como el “filósofo que se ríe” o “el filósofo risueño” porque siempre estaba alegre y le gustaba ver el lado cómico de la vida.

A pesar de haber sido contemporáneo a Sócrates, la línea de pensamiento de Demócrito se ubica en el período presocrático, puesto que su enfoque filosófico se asemejaba más a el de los pensadores presocráticos que al de Sócrates y Platón.

Se cree que estudió astronomía y teología con los magos (hombres sabios) del rey persa Xerxes. Con la herencia de su padre, viajó y estudió en Persia, Babilonia, la India, Etiopía, Egipto, Grecia. Una vez agotada su herencia, regresó a su tierra natal y se estableció con su hermano Damosis.

Aquí, centró sus estudios en la filosofía natural, la cual impartía a través de clases públicas. Fue discípulo de Leucipo, con quien fundó la escuela del atomismo. Los trabajos de Demócrito cubren diversas áreas, incluyendo ética, física, matemática, música y cosmología. La mayor parte de estos trabajos ha sobrevivido gracias a fuentes secundarias, como las críticas de Aristóteles.

Vida de Demócrito

El nombre Demócrito significa “escogido de la gente”. A este filósofo no sólo se le conoció por su nombre, sino también por sus apodos. Era llamado el Abderita, Milesio o el “filosofo que se ríe”. Demócrito vivió entre los años 460 y 370 a.C., fue originario de la ciudad de Abdera, actualmente conocida como Tracia, sobre la península balcánica localizada en el extremo norte del mar Egeo.

Para aquel entonces, Abdera era la capital de una gran polis de Grecia. Al morir su padre, Demócrito recibió la herencia que éste le había dejado. Haciendo uso de este dinero, viajó a Persia, donde fue alumno de los eruditos y magos del rey Jerjes I. Sus estudios tuvieron lugar mientras se llevaba a cabo la campaña militar por parte de Jerjes I contra los griegos, en un evento conocido como las Guerras Médicas.

Las guerras Médicas entre el imperio persa y el griego finalizarían únicamente con la conquista del Imperio Aqueménide por parte de Alejando Magno. Se dice que Demócrito vivía de forma extravagante, razón por la cual se le atribuyen numerosas historias. Todas estas historias tienen lugar en los diferentes lugares que visitó, incluyendo Egipto, Persia y Mesopotamia. Una de sus más famosas leyendas indica que Demócrito se habría de arrancar los ojos, pues estos evitaban que se pudiese concentrar durante sus cavilaciones filosóficas.

También se dice que era capaz de sentir qué iba a pasar en el futuro. También hay historias que cuentan que Demócrito solía reírse de forma irónica de la forma como se desenvolvían los seres humanos frente a los avances del mundo. Demócrito se reía arguyendo que la risa torna a los hombres sabios. Se cree que Demócrito murió en el año 370 a.C. a la edad de 90 años. No obstante, muchos autores de la época coinciden en que éste vivió más de cien años al elegir acabar con su vida de forma voluntaria.

7 aportes fundamentales de Demócrito a la filosofía y la ciencia

La escuela del atomismo

Uno de los aportes más relevantes de Demócrito fue la creación de la escuela filosófica del atomismo. Esta línea de pensamiento surgió en respuesta a lo planteado por Parménides, quien afirmó que la materia es inmutable y eterna y que los cambios que observan nuestros sentidos son errores de percepción. En este sentido, Demócrito y Leucipo señalaron que existían, de hecho, ciertos materiales inmutables, los cuales se combinaban en distintas formas para dar lugar a los cambios que observamos en la materia. Estos “materiales inmutables” fueron denominados “átomos” (que quiere decir “indivisible” en griego).

De acuerdo con la escuela atomista, los átomos son partículas minúsculas, sólidas, que varían en tamaño, masa y forma y que se mueven en el vacío repeliéndose. Cuando chocan entre sí, forman conglomerados que dan origen a otros materiales más complejos. Esto quiere decir que los objetos macroscópicos que observamos a diario son en realidad cúmulos de pequeños átomos. La teoría de Demócrito sobre los átomos era correcta en muchos aspectos, pero fue rechazada por los filósofos. Sin embargo, influyó en el desarrollo de la teoría atómica de Dalton.

Teoría de la percepción

La teoría de la percepción de Demócrito está estrechamente relacionada con la escuela del atomismo. Este filósofo señalaba que las imágenes (eidôla) eran en realidad capas de átomos. Estas películas de átomos se encogen y se expanden. Solo aquellas que se encojan lo suficiente son capaces de entrar en el ojo humano. En este sentido, son los cambios producidos en las películas de átomos los que nos permiten percibir la realidad.

Asimismo, las propiedades visibles de los objetos macroscópicos (como el tamaño y la forma) son producto de dichas películas. La teoría de la percepción de Demócrito incluye también otros sentidos. Por ejemplo, con respecto al gusto, el filósofo señaló que los distintos sabores eran producidos por las formas de los átomos: algunos son suaves y generan sensaciones dulces, mientras que otros son ásperos y amargos.

De esto, se observa que este filósofo griego aseveraba que características como el sabor y el color no eran propiedades de los átomos, lo que luego se probó incorrecto. A pesar de esto, su teoría fue de provecho para la ciencia.

El conocimiento

En materia de epistemología, Demócrito distinguió dos tipos de conocimiento: el conocimiento bastardo y el conocimiento legítimo. El conocimiento bastardo es aquel subjetivo e insuficiente, que se obtiene a través de la percepción sensorial. Por su parte, el conocimiento legítimo es el conocimiento genuino, el cual se obtiene a través del procesamiento del conocimiento bastardo, empleando un razonamiento inductivo.

La antropología

A pesar de que no existe evidencia contundente, algunos historiadores señalan que es posible que Demócrito haya sido el creador de la teoría sobre el desarrollo histórico de las comunidades humanas. Esta suposición se hace tomando en cuenta la información obtenida a través de fuentes secundarias, según la cual Demócrito demostró interés por el estudio del origen de las sociedades humanas, sus instituciones y su cultura. Esto quiere decir que este estudioso griego pudo haber sido uno de los primeros antropólogos.

“El bien supremo”

En materia de ética, Demócrito siguió una filosofía semejante al hedonismo, tanto que podría ser considerada la predecesora de este. Fue uno de los primeros filósofos en plantear la existencia de un “bien supremo” o meta, al que llamó “buen humor” o “alegría”. Este buen humor se relacionaba directamente con la capacidad del ser humano de disfrutar la vida sin tener que preocuparse por los problemas que lo rodeen.

Asimismo, señaló que este estado de bienestar se lograba a través de la búsqueda moderada de placeres, distinguiendo dos tipos: los placeres útiles y los dañinos, siendo los útiles los que generaban alegría. A Demócrito se le atribuye la frase “el hombre valiente es aquel que vence no solo a sus enemigos sino a sus placeres”.

Matemáticas y geometría

Demócrito fue uno de los pioneros en matemáticas y geometría. De hecho, escribió tratados sobre los números, las figuras, las tangentes, los números irracionales, entre otros. Sin embargo, en nuestros días no existen copias de estos tratados y se sabe de ellos solo gracias a fuentes secundarias. De igual modo, se sabe que Demócrito fue el primero en observar que el volumen de un cono es igual al tercio del volumen de un cilindro que tenga la misma base y la misma altura del cono en cuestión.

Astronomía

Demócrito fue también el primer filósofo en darse cuenta de que el cuerpo celestial que conocemos como la Vía Láctea estaba formado por la luz de miles de estrellas distantes. Asimismo, fue uno de los primeros en plantear que el universo estaba lleno de planetas, alguno de los cuales estaban deshabitados. 

Obra de Demócrito

La obra de Demócrito fue desconocida en Atenas. Se cree que Aristóteles fue el primero en estudiarla y comentarla de manera extensa. Se cree que la razón por la que su obra no fue tan famosa como la de otros filósofos se debe a que a él mismo no le interesaba ser famoso. Posterior a su muerte, el historiador griego Diógenes Laercio hablaría sobre la existencia de múltiples escritos dejados por Demócrito.

Estos escritos incluirían más de 70 textos y tratados sobre matemática, ética, física, técnica y música. Entre sus obras más famosas se destacan el “Gran Diacosmos”, y varias compilaciones de fragmentos de sus pensamientos, como lo son las de Leszl, Diels-Kranz y Luria. Por el contenido de su obra, Demócrito es considerado uno de los primeros autores enciclopédicos de la historia.

También es importante agregar que, su obra influenció la obra tanto de pensadores griegos como Aristóteles y Teofrasto, y algunos autores renacentistas como Giordano Bruno. Gracias al postulado de su teoría atómica, a Demócrito se le considera uno de los principales autores del iluminismo renacentista y el padre de la ciencia moderna.

Anaxágoras

(Clazómenas, actual Turquía, 500 a.C. - Lámpsaco, id., 428 a.C.) Filósofo griego. Junto con Empédocles y Demócrito, es el principal representante del eclecticismo pluralista que intentó conciliar las tesis contrapuestas de las dos grandes figuras de la filosofía presocrática, Parménides y Heráclito. Anaxágoras postuló como arjé o principio constitutivo de las cosas una pluralidad de partículas materiales inmutables, las homeomerías, que, por acción de un nous o inteligencia ordenadora, pasaron de un caos original a constituir la multiplicidad de seres observables en el mundo físico.

Nacido en Clazómenas, ciudad griega del Asia Menor fundada por unos refugiados de Mileto, Anaxágoras se trasladó en su juventud a Atenas, donde residiría por espacio de unos treinta años. Allí se dedicó a la enseñanza (se dice que entre sus discípulos figuraron el gran estadista Pericles y el dramaturgo Eurípides, y tal vez Sócrates), y gozó de la protección de Pericles cuando éste pasó a dirigir los destinos de la ciudad.

Por una acusación promovida por Cleón, Anaxágoras fue sometido a un proceso de impiedad a causa de ciertas atrevidas teorías astronómicas. Afirmaba, entre otras cosas, que el Sol no era un dios, sino una masa de fuego incandescente, y que era más grande que el Peloponeso (en sus explicaciones acerca del origen de los astros, por otra parte, se ha podido ver casi una anticipación a las hipótesis de Kant y de Laplace). Según los testimonios de la época, sin embargo, la motivación real del proceso fue su afinidad con Pericles.

Condenado a muerte, Anaxágoras buscó la salvación en la fuga, ayudado por Pericles, y se trasladó a Lámpsaco, donde abrió una nueva escuela y falleció unos años más tarde. Anaxágoras de Clazomene expuso sus ideas en la obra Sobre la naturaleza, de la que sólo se conservan algunos fragmentos; pero poseemos los resúmenes y comentarios a sus doctrinas trazados por Platón, Aristóteles y Teofrasto, entre otros.

La filosofía de Anaxágoras

El pensamiento de Anaxágoras se sitúa dentro de aquella amplia corriente de esfuerzos por determinar un principio constitutivo y originario (arjé o arché) común a la variedad de seres del mundo físico que caracterizó a la filosofía griega desde sus orígenes, es decir, desde la escuela milesia (siglo VI a.C.). Los milesios habían planteado ya diversas hipótesis sobre cuál podría ser tal principio: el agua según Tales de Mileto, el ápeiron de Anaximandro, el aire según Anaxímenes.

En su posterior desarrollo, estas reflexiones se enriquecerían con nuevas perspectivas y acabarían conduciendo a las visones antagónicas de la realidad que sostuvieron Parménides y Heráclito. En este contexto, los eclécticos y los pluralistas intentaron combinar en un sistema único ambas concepciones, es decir, la inmutabilidad del ser de Parménides y el eterno devenir de Heráclito.

Empédocles explicó la constitución de los seres desde el punto de vista cuantitativo. Para Empédocles, los seres están formados por una combinación de los «cuatro elementos» (agua, aire, tierra, fuego) en distintas proporciones; la amplia variedad posible de proporciones da lugar a la multiplicidad de los seres, pero los cuatro elementos que los forman permanecen inmutables en el perpetuo devenir del universo, es decir, en la incesante sucesión de cambios y transformaciones.

Anaxágoras de Clazomene, en cambio, explicó la multiplicidad apelando al aspecto cualitativo. Para Anaxágoras, los seres no resultan de la combinación de cuatro elementos constitutivos (agua, aire, tierra, fuego), sino que existen tantos tipos de partículas constitutivas como de seres: hay partículas de oro, de mármol, de sangre y de cuantos seres observamos.

Anaxágoras llamó a estas partículas gérmenes o semillas (spérmata); pero, al comentar su obra, Aristóteles las llamó homeomerías, designación que ha acabado siendo más empleada que la original. La homeomerías son partículas de ínfima magnitud, invisibles, inalterables, increadas y eternas. Como los elementos de Empédocles, y como posteriormente los átomos de Leucipo y Demócrito, poseen como rasgo la inmutabilidad (el atomismo, sin embargo, postularía átomos sustancialmente iguales, no un tipo de átomo para cada ser).

Para Anaxágoras, curiosamente, las cosas no se componen únicamente de las homeomerías que le son propias (la sangre no está formada únicamente por homeomerías de sangre), sino que también contienen, aunque en mucha menor proporción, homeomerías de todos los seres restantes. Anaxágoras llega a esta conclusión después de insólitas observaciones. Se pregunta cómo podría surgir el pelo del no-pelo, por ejemplo, y llega a la conclusión de que para que algo surja ha de estar antes presente en aquello de lo cual procede.

El pan que ingerimos es pan porque está formado en su mayoría por homeomerías de pan (las cosas tienen el aspecto exterior de la semilla que más abunda en ellas), pero contiene también, aunque en menor proporción, homeomerías de oro, de mármol, de sangre y de todos los seres; en el proceso de digestión, asimilamos las homeomerías de pelo, sangre, etcétera y desechamos las demás. Por este camino llega Anaxágoras a la formulación de su famoso principio: «Todo está en todo».

Para Anaxágoras, las homeomerías son el principio material de todas las cosas (arjé o arché), como lo había sido el agua para Tales de Mileto o el aire para Anaxímenes. Sin embargo, en el origen del universo, esta multiplicidad infinita de homeomerías de todos los seres no era más que una masa caótica e inerte.

Era preciso que un impulso o fuerza inicial desencadenase una serie de torbellinos que agruparan a las homeomerías de un mismo tipo para dar lugar a los distintos seres; esta fuerza motriz encargada de imprimir orden al caos original es el nous(inteligencia o espíritu). El gran aporte de Anaxágoras de Clazomene al pensamiento filosófico es precisamente haber introducido en la explicación del universo el nous como causa inteligente, como fuerza motriz y al mismo tiempo inteligencia ordenadora: «Todas las cosas estaban confusas; después sobrevino el nous y las separó ordenándolas».

La entidad del nous es tal que se halla por encima de cualquier otra realidad. El nous «es infinito y autónomo, y con nada se mezcla», y todas las cosas se ven impregnadas de él. Ello le valió el aplauso de Aristóteles: «Cuando afirmó que existe una mente, tanto en los seres vivos como en la naturaleza, apareció un hombre juicioso entre los desatinados que le precedieron».

Pero Anaxágoras no llevó tal concepto hasta más alejadas consecuencias: se quedó ahí, en la causalidad del nous, sin atribuirle, al parecer, una intervención activa en el devenir del mundo, y menos aún una finalidad. Y esto fue lo que le reprocharían tanto Aristóteles como Platón. Por otra parte, el nous, aunque es de una materia sutilísima y pura, en Anaxágoras no llega a ser inmaterial.

El mérito de Anaxágoras, comparado con los filósofos anteriores, fue el de llegar a una concepción dualista de la naturaleza, a la distinción entre la razón ordenadora (aunque material) y la materia ordenada, dualidad que más tarde sería desarrollada orgánicamente en los sistemas de Platón y de Aristóteles.

Anaxágoras de Clazomene dio también un gran impulso a la investigación de la naturaleza fundada en la experiencia, la memoria y la técnica. A él se le atribuyen las explicaciones racionales de los eclipses y de la respiración de los peces, así como también investigaciones sobre la anatomía del cerebro.

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Telma Leon

Soy Telma, mamá a tiempo completo, pero consultora educativa a medio tiempo, busco ayudar a estudiantes de escuela con sus tareas diarias y también a crear contenido educativo y recursos útiles para otras mamas que necesitan ayuda con sus hijos en el ámbito educativo

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